Durante los últimos años se puede observar la creciente importancia que han adquirido la forma estética en la que se presentan los productos a los consumidores, en vistas a su posterior comercialización tanto en los mercados nacionales como, fundamentalmente, en el marco de la actividad comercial internacional. Un dato que se fundamenta en la necesidad que tienen los productosde diferenciar sus mercancías de las comercializadas por sus competidores y que se manifiesta, en nuestros días, en la fuerte inversión que realizan las empresas (fundamentalmente aquellas que, como las de España, se encuentran establecidas en los países más industrializados) en diseño industrial y su innovación, convirtiéndose así tanto en un factor decisivo para el éxito de sus productos en el mercado global, como para el desarrollo tecnológico y de la economía.