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Poco después de aparecer la primera edi¬ción de esta versión castellana de la PARTE GENERAL falleció en Zurich (1864-1925) su autor, a quien queremos dedicar aquí un breve recuerdo. Era von Tuhr, de origen ruso, uno de los civilistas alemanes más eminentes y apre¬ciados entre los muchos y preclaros que des¬tacaron su personalidad en la generación creada por el nuevo Código. Su formación habíase cimentado, naturalmente, como la de todos los grandes civilistas, en el Dere¬cho romano, y al Derecho romano común -con orientación dogmática desde el primer momento- consagró su sólido estudio sobre la Actio de in rem verso y la Gestión de ne¬gocios ajenos (1895), donde se revela ya el seguro investigador. Los Anales de Ihering, la Revista de Grünhut, el Archivo de práctica civil y la Revista de Derecho suizo guardan intere¬santísimos trabajos de su pluma sobre los temas civilísticos más variados, y en todos ellos brilla el talento del jurista que constru¬ye el Derecho para la vida. Son fuente pre¬ciosa de estudio y merecen ser recordados los siguientes: «La reparación de daños y los intereses de tercero» (Grünhuts Zeitschr., t. 25), la «Reparación efectiva del daño y la indemnización» (Iherings Jahrbücher, t. 46), «Los actos de disposición (Arch. f. d. Ziv. Prax., t. 117), «Vicios de la contratación» (Zeitschr. f. schweizer R., ts. 15-17). Los lectores españoles de la Revista de Derecho privado pudieron apreciar sus brillantes dotes de maestro en el rápido bosquejo sobre la «Buena fe» con el que von Tuhr colaboró allí (núm. 146, 1925). Pero donde su maestría de expositor y su agudeza para la investigación se revelan de modo definitivo es en la obra magna sobre la Parte general del Derecho civil (tres to¬mos, 1910-1918), que forma parte del gran Tratado de Binding, y que el propio autor resumió en 1923 en estas páginas que tradu¬cimos. En esta obra –consagrada ya con la aureola de los libros clásicos de nuestra cien¬cia– encuentran su exposición más perfecta y acabada los problemas preliminares del Derecho civil. De la maravillosa riqueza de su contenido sólo puede dar leve idea el es¬quema que hoy ve la luz en nuestra lengua por segunda vez. Fue von Tuhr el último rector de la Uni¬versidad alemana de Estrasbur-go, donde en¬señó después de profesar su magisterio en Heidelberg y Basilea; aquí desempeñó, a la par de la cátedra, funciones judiciales, muy valiosas para su formación, como atalaya del Derecho vivido. De Estrasburgo pasó a Halle y Colonia, y de aquí a Zurich. En esta última Universidad se consagró al estudio del Derecho suizo de obligaciones, sobre cuyas teorías generales publicó dos magní¬ficos tomos (1924-1925). Y en esta labor, lleno aún de lozanía para la investigación y la enseñanza, le sorprendió la muerte.
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