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1. "Posesión, Dominio y Propiedades Especiales" podría llevar al lector a la idea de un Derecho civil puro, sin relación con otras materias complementarias, siquiera sea en lo estrictamente necesario, pero profundizando en el texto, podrá comprobarse que, sin perjuicio de prevalecer los acentos civiles, se completan con otros de Derecho administrativo, Mercantil, Internacional privado, Constitucional etc., porque el Derecho sólo puede entenderse en el contexto de la vida real y no desglosado en disciplinas independientes, o compartimentos estancos sin ósmosis o relación entre ellas, sino funcionando en la complejidad de todos sus aspectos y dimensiones, que dan fuerza a la verdadera interpretación de su sorprendente riqueza ordenadora.
De esta suerte, el libro salta fuera de su propia sombra civilista, circunscrita y restringida a un objeto disciplinar, y recoge en lo necesario otros aspectos, no menos importantes en que debe expresarse, para ayudar eficazmente al operador jurídico con la mayor amplitud de datos posibles en su aplicación, comprendiendo todas sus áreas, por más que, aparentemente, una visión de rigor formalista y no real, emboscada de pureza disciplinaria, tienda a calificar de irregularidad metodológica, lo que no es más que una visión completa de la realidad, y otro sistema de metodología. Así, se ha preferido combinar en los diferentes Capítulos, rasgos históricos, hermenéuticos de preceptos, jurisprudenciales, procesales etc.
Y es que no se puede olvidar un objetivo docente cuyo resultado final, contemplado en conjunto y con perspectiva, nos lleva a la conclusión de una obra estructurada globalmente, que conduce a un mosaico jurídico coherente, en el que van apareciendo secuencialmente, los aspectos que interesan y cincelan los capítulos, despreciando aquéllos que en ese momento sobren, pero en cambio son correctos en sedes posteriores.
Se trata pues de una composición variada que enseña al lector múltiples herramientas metodológicas, empleadas según lo requiera el caso, de suerte que desde una mejor identificación sectorial y razonable de cada capítulo, aparece un cuadro final en el que se ahorran elementos excesivos en cada sede empleada, y se evita una exposición espesa y plúmbea, transida de argumentos extensos, largos y reiterativos por mantener posturas a ultranza que, a fuerza de repetirse, acaban cayendo en falta de legitimidad y creencia, sin hondo calado, que invita a no considerarlos, y a un general rechazo y desentendimiento.
Por el contrario, con esta otra metodología se intenta el retorno a una suerte de Tratado en que luce una amplitud bastante, aunque no exagerada, y sí diversa y distraída, que muestra una panorámica de las instituciones recogidas sin la brevedad de los manuales al uso, adaptados a la simplicidad de los modernos Planes de estudios, apropiados para los que se enfrentan por primera vez a las disciplinas, pero cortos, si se quiere abundar en lo concreto, y singularmente los profesionales que tienen que afrontar la complejidad de dictámenes, escritos procesales, contratos de importancia etc, omnicomprensivos de una amplia problemática.
También la obra resulta muy útil para Notarios y Registradores y Opositores aspirantes a ambos prestigiosos Cuerpos, que verán un índice bastante adecuado a sus respectivos programas de oposiciones y luego una plataforma de visión para investigar los detalles de cualquier temática, que se ayuda de una amplísima bibliografía, particularmente moderna y adecuada a las últimas reformas legislativas.
Por igual razón, la obra ha de resultar útil para los demás profesionales que no se conforman con un contenido convencional y buscan fuera de los ámbitos del tráfico de la vida diaria algún resquicio vocacional, a modo de beta original por la que compensarse de la rutina y repeticiones que muchas veces engendra la vida profesional, sin perjuicio de que ésta resulte también atendida, sin que se convierta en costumbre reiterada e inconsecuente.
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