La Ley 16/2007, de reforma y adaptación de la legislación mercantil en materia contable para su armonización internacional con base a la normativa de la Unión Europea, supone una modificación de nuestro Derecho contable, tan ambiciosa como su título y en base a la cual se abandonan definitivamente ciertas normas y principios de contabilidad que no respondía al entorno económico global en donde, hoy, actúan las empresas. El legislador español, siguiendo al comunitario, ha querido que nuestras compañías puedan competir en el mercado global en igualdad de condiciones con otros contendientes. El sistema contable armonizado utiliza las Normas Internacionales de Contabilidad como sustrato técnico, bien que adaptadas a las características nacionales, de tal manera que posibilitando la comparabilidad de cuentas y resultados se facilita a las empresas el acceso al mercado financiero.