Nunca resulta fácil hacer un prólogo, menos aún cuando se hace por primera vez. Sin duda, lo importante de una obra son ella misma y el autor; y, en esta ocasión, tanto una como otro merecen el calificativo de importante. Del autor, Juan Calvo Vérgez, habría que destacar muchas cosas, pero lo fundamental es que ha sabido, con mucho tesón y esfuerzo, forjarse un nombre propio en la doctrina científica española, venciendo prejuicios y superando las inevitables referencias a apellidos tan ilustres: Juan Calvo tiene ya ganado, por méritos propios y por su brillante currículum, un puesto entre los mejores autores de nuestra disciplina: el Derecho Financiero y Tributario. Su contribución a la misma es amplia y variada, sin escatimar esfuerzos en tocar temas complicados y poco tratados en la doctrina.
Tesón y esfuerzo, como decía, que tengo ocasión de ver todos los días desde que compartimos despachos y aulas en la Facultad de Derecho de Cáceres. Su incorporación a la Universidad de Extremadura en fechas recientes me ha permitido corroborar que su valía personal es pareja a su valía profesional, que es mucha, como tendrán ocasión de comprobar con la lectura de esta obra.

El comercio electrónico es una realidad desde hace algunos años, las cifras así lo avalan. En EE.UU. casi el 70% de las transacciones comerciales son electrónicas y en España, si bien las cifras distan mucho de las referidas, la tendencia está claramente definida y no tardaremos en movernos en cifras similares. Como todo fenómeno de la realidad económica, el comercio electrónico tiene un compañero inseparable en todos los países con ordenamientos "civilizados", que no es otro que la fiscalidad. Lejos de los atavismos de los primeros años, los Estados van venciendo las reticencias iniciales y no consideran al comercio electrónico como una forma de evadir impuestos, sino más bien como una forma más de tributar y no se escatiman esfuerzos para retocar, si fuese necesario, las normas fiscales para dar cabida a esta realidad.

La presente obra aborda desde una perspectiva científica y práctica la fiscalidad del comercio electrónico en España y lo hace desde el análisis de su tributación en todos y
cada uno de los tributos, y sopesando todos y cada uno de los supuestos de comercio electrónico. Comienza el autor, estableciendo el concepto de comercio electrónico, diferenciando los distintos tipos, desde el comercio puramente electrónico (transacciones electrónicas de intangibles en formato digital), del uso de las tecnologías de la información y telecomunicación para llevar a cabo transacciones comerciales.

Antes de entrar en el análisis estrictamente tributario, nos refiere el autor la experiencia de la Administración tributaria española y su extraordinario avance en lo que al uso de las tecnologías de la información se refiere, el portal de la Agencia Tributaria (www.aeat.es) es buena muestra de ello, y el programa e-factura una de sus últimas innovaciones.

En el análisis de los diferentes tributos, el autor no ha escatimado esfuerzos, además de dedicarse a los temas candentes, como la identificación de los sujetos pasivos intervinientes en las operaciones, los límites derivados de la jurisdicción de las distintas administraciones tributarias, los mecanismos de control tributario de las transacciones realizadas, la calificación de las rentas obtenidas, sin olvidar una de las cuestiones que mayor interés despiertan cual es la aplicación del concepto de establecimiento permanente. Todo ello desde el punto de vista del Derecho Tributario español y también desde la óptica internacional con el estudio del Modelo de Convenio de Doble Imposición de la OCDE, y su aplicación concreta a este tipo de operaciones. Un estudio riguroso y concienzudo que se va desgranando a lo largo de toda la obra. El informe 2001 de la OCDE en materia de comercio electrónico es analizado por el autor de manera concienzuda, así como la regulación específica contenida en el Modelo de Convenio, haciendo mención especial de la posición de la Administración tributaria española al respecto. En un mundo globalizado, con una economía globalizada y con esa herramienta globalizadora que es Internet de por medio, la regulación del comercio electrónico también debe ser global, y fruto del consenso y el compromiso de los Estados.

Para culminar esta completa obra contiene un capítulo dedicado al estudio de la fiscalidad del pago efectuado por medios electrónicos, la validez jurídica y la viabilidad del pago electrónico de impuestos, desde la transacción electrónica, pago con tarjeta de crédito, cheque electrónico, hasta la más novedosa denominada dinero electrónico.

Finalmente aborda el autor un breve pero contundente análisis del documento electrónico y su sometimiento a gravamen por medio del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En suma, nos encontramos con una gran obra, realizada por un brillante autor, que resultará útil a todos los sectores implicados en la materia, desde la Administración tributaria hasta el sector empresarial que encontrará en ella un más que adecuado instrumento de planificación fiscal de sus operaciones