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Ruinas, monumentos, tesoros arqueol6gicos y obras de arte son historia materializada hecha presente. Hoy como ayer esos retazos del pasado inspiran pensamientos elevados, estimulan la imaginación y proporcionan información. Por eso son altamente valorados y conservados. Nuestra sociedad moderna, tan dinámica y cambiante y tan volcada hacia el futuro, está redescubriendo, al cabo del segundo milenio, la enorme riqueza, variedad y poder que encierran esos objetos que la historia nos ha legado. Este libro aborda con profundidad un tema tan crucial y actual como el papel que desempeña en nuestra sociedad el patrimonio histórico y arqueológico. En este texto se estudia el modo y circunstancias en que los seres humanos han ido dando valor a los objetos del pasado, objetos que han soportado el paso del tiempo y han transitado de generación en generación. Por ello se explica cómo -en función del valor otorgado en cada momento- la sociedad ha procurado preservar su patrimonio histórico, encontrando los usos adecuados para sacar partido de un recurso que a menudo no parece tener una utilidad inmediata práctica, pero que es siempre fuente inestimable de conocimiento. El autor del libro conjuga el examen sistemático de las Circunstancias que envuelven el destino del legado material de la historia, como haría un arqueólogo o un museólogo, con la reflexión antropológica sobre el lugar del pasado en el presente. El resultado es un texto útil y preciso, novedoso y audaz, que ha de interesar tanto al público universitario de disciplinas humanísticas y científico sociales como al público atento a los avatares de nuestra modernidad.
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