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Un proyecto de decoración de interiores necesita a partes iguales de una visión creativa -eso que llamamos inspiración-, y de una buena dosis de realismo, impuesta esta última en gran parte por el presupuesto, pero también por las características arquitectónicas y la funcionalidad. Durante el proceso, se tomarán muchas decisiones y acertar con la alternativa correcta es extremadamente difícil sin una serie de conocimientos que guíe al interiorista/decoración. Analizar el espacio disponible, es un buen comienzo. Éste puede ser pequeño, amplio, regular o irregular. En segundo lugar habrá que considerar qué aspecto final se desea que tengan las paredes, techos y suelos. Por eso el interiorista debe conocer los distintos tratamientos mediante pinturas, escayolas, maderas, etc., para cambiar su apariencia. Además, el profesional deberá combinar correctamente color, iluminación, texturas y diseño. Esto parece realmente difícil a simple vista y de hecho la mayoría de las personas se asustan ante la idea de utilizar combinaciones de distintos colores, aunque como veremos a lo largo de este manual, la tarea se simplifica enormemente si se conocen las reglas básicas de la decoración. El interiorista planificará y ejecutará su proyecto dentro del marco de un estilo decorativo, que será más o menos personal, aunque seguramente influido por los estilos ya existentes, que también deberá conocer y estudiaremos en este manual. Ante todo, incidiremos en que los objetivos principales de cualquier plan de interiorismo/decoración son los de convertir los espacios en habitaciones funcionales, confortables y estéticas.
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