El autor aborda de forma rigurosa, y desde una óptica interdisciplinar, los aspectos más relevantes del fenómeno de la criminalidad, partiendo de una revisión de las teorías formuladas acerca de los distintos tipos de delincuencia que examina detenidamente para centrar el debate en la que se conoce como “organizada” y de carácter o finalidad terrorista.
Su conocimiento, especialmente de ese marco de la criminalidad, viene avalado por su dilatada y brillante trayectoria profesional; una experiencia que le coloca en las mejores condiciones para el análisis del fenómeno delictivo desde su origen hasta las consecuencias derivadas de su comisión, pasando por el de las singularidades de su modus operandi; un análisis para el que, además, se vale de su amplia formación humanista y jurídica. Y es que Manuel Avilés lejos de detenerse en el aspecto criminológico del fenómeno se adentra en el complicado terreno de la legislación penal y procesal para, con una visión marcadamente crítica, poner de manifiesto las múltiples deficiencias que padece y son origen de los numerosos problemas que generan. Y es el conocimiento de ambas disciplinas, así como de la opinión de la doctrina especializada que contrasta, lo que dota de solidez y fundamentación a cuantas soluciones propone a tan amplia problemática.
Es de alabar, por último, el modo en que el autor se mueve por los diferentes campos que visita, donde el manejo de un lenguaje claro y riguroso -en el que no faltan expresiones coloquiales que amenizan la lectura y amplían el ya de por sí amplio cuadro de posibles lectores- es una de las claves del atractivo de una obra que, no cabe duda, acierta en el tratamiento de una de las principales lacras de nuestra sociedad: a la vista de la magnitud de sus efectos, quizás la más grave de cuantos tipos de criminalidad ha venido azotando y azota, en la actualidad, al mundo civilizado.