En un mundo convulso, mantener las ficciones que lo definían, más que ayudar, nos confunde. La ordenación jurídica internacional, con los Estados, formalmente iguales y soberanos, hace tiempo que ha mostrado sus carencias.

Los distintos procesos de globalización y, al mismo tiempo, su concurrencia con las demandas de recuperación de lo local, hacen necesario esclarecer ideas y conceptos para analizar, sin las rémoras del pasado, la Nación y los Estados, la Constitución y las Autonomías.