El lector familiarizado con la literatura iusfilosófica, constitucional e iusfundamental no necesita una presentación de Robert Alexy 1. Ya en una fase temprana de su producción científica apareció la primera traducción al español 2, y desde entonces sus libros y artículos han sido reiteradamente traducidos a nuestra lengua y publicados en España y en Hispanoamérica. Esta profusa difusión editorial ha discurrido en paralelo a su acogida académica: la teoría de la argumentación, la teoría del sistema jurídico y la teoría de las normas, asentadas en la distinción entre reglas y principios, la teoría de los derechos fundamentales, las reflexiones sobre la fórmula de Radbruch o, en fin, el concepto no positivista del derecho son lugares comunes en el debate académico actual, nacional e internacional.

Este libro pretende enriquecer el catálogo editorial en lengua española con una serie de artículos que ofrezca una imagen más completa del pensamiento y de la idea del derecho del profesor alemán. Su nexo es la preocupación, contemporánea, por una cuestión tradicionalmente decisiva para la definición del derecho, y sustraída de la reflexión jurídica durante el predominio de la tradición iuspositivista. Me refiero a la noción de justicia.

Los cuatro artículos seleccionados reflejan con nitidez el pensamiento de Alexy sobre la justicia y ponen de manifiesto la importancia de esa y otras cuestiones afines, así como su persistencia en tres décadas de quehacer científico. No he respetado el orden cronológico de aparición; antes bien, consideré su inversión como una prueba de la intensidad de la preocupación de Alexy por estos temas y de la coherencia y continuidad temática de sus planteamientos. En aras de garantizar dicha continuidad, se parte del tratamiento más comprehensivo o amplio, para concluir con el más específico y concreto. El libro comienza, pues, con el tema más general: Derecho y moral (2002), donde, al hilo de la perenne controversia acerca de las relaciones entre derecho y moral, se presenta el escenario en el que tiene lugar la contienda sobre la presencia
de la justicia en el derecho, y aun en el más amplio marco de la filosofía práctica. Inmediatamente después, Derecho y corrección (1998-2000) traza una primera delimitación de este vasto campo, a partir de una propuesta más precisa y personal de conexión entre derecho y moral, articulada en torno a la que es, posiblemente, la noción más característica del pensamiento de Robert Alexy: la corrección. El artículo, pródigo en esas distinciones analíticas tan del agrado del autor, ofrece una disección conceptual de la corrección, con la finalidad de deslindar adecuadamente los problemas y precisar las respuestas adecuadas para cada interrogante. A continuación, en Justicia como corrección (1997-2000) aparece, al fin,una propuesta propiamente dicha acerca de la noción de justicia, que es, en tal sentido, un desarrollo de las ideas expuestas en los dos anteriores apartados. En este tercer paso, Alexy postula una vía determinada de conexión entre el derecho y la moral, a partir de la noción de corrección, con apoyo del instrumental metodológico más característico de su obra: la argumentación, las reglas y los procedimientos del discurso, la ponderación. Por último, el libro se cierra con Derecho, discurso y tiempo (1995), en donde hallamos la aportación más concreta, el núcleo de la justicia y del derecho, un mínimo material universal que nos remite a los derechos humanos básicos y, cerrando el círculo, al concepto de pretensión de corrección. Ambos conceptos, junto con los de obligación, prohibición y permiso, éstos de carácter formal, constituyen, a juicio del profesor alemán, las notas esenciales de carácter universal de todo sistema jurídico.

Selección implica tanto inclusión como exclusión. Las razones de la inclusión acaban de ser indicadas, y podrían añadirse más. Piénsese, por ejemplo, en el análisis de otras importantes cuestiones abordadas en estos textos, como la reflexión sobre el deber general de obediencia al derecho, una acotación al debate contemporáneo entre positivismo jurídico excluyente e incluyente o la remisión al derecho romano para ejemplificar y reforzar alguna de sus tesis. O en el rescate de aportaciones singulares y valiosas presentes en textos de difícil acceso, por su lugar de publicación o por el mero transcurso del tiempo. O, simplemente, en la presentación de los ejes del pensamiento del iusfilósofo alemán en una formulación más acabada. Sin duda hubiesen sido posibles otra selección y otra ordenación. Han quedado fuera algunas publicaciones de Alexy referidas a cuestiones relacionadas con el tema de la justicia, entre ellas su detallado análisis de las libertades básicas en la obra de John Rawls 3, que carece del tono creativo, propositivo o fundacional de los artículos elegidos. Tampoco he seleccionado nada de la ingente bibliografía sobre los derechos humanos y su significado y posición constitucionales, o de la posibilidad de elaborar un concepto no positivista del derecho; al margen de la existencia de numerosas traducciones españolas, la no inclusión en este volumen permite eludir el evidente riesgo de desenfoque o desborde temático al que conducirían. No obstante, quien desee componer su propia antología y comprender mejor lo que en este libro se trata hará bien consultando algunas de las traducciones previas en lengua española sobre aspectos sí estudiados en este libro, en especial el debate con Eugenio Bulygin sobre la pretensión de corrección en el derecho 4 y los trabajos sobre la fórmula de Radbruch, recientemente editados.