Información adicional
Esta historia da respuesta a las inquietudes expresadas por una joven a su padre, ante un futuro al que ve complejo y lleno de incertidumbres. El padre decide contar una fábula que ha pasado de generación en generación y que ofrece una amplia variedad de respuestas a las dudas que a todos nos puedan surgir. El protagonista es un joven delfín que aprovecha una oportunidad para abandonar las aguas tranquilas de su entorno habitual, adentrándose en el océano abierto. El delfín, tras un duro aprendizaje, conoce nuevos horizontes, se da cuenta de las diferencias de los entornos que visita -desde la extrema pobreza hasta la opulencia- y de los comportamientos diferentes de sus semejantes -desde el individualismo hasta la solidaridad, pasando por un cierto corporativismo acomodado-. Descubre que tener iniciativa y una mentalidad abierta ante los cambios, pero también un espíritu solidario con los más débiles, es la única alternativa posible para convertir los grandes retos en verdaderas oportunidades de progreso, tanto individual como colectivo. El cuento nos enseña también que la responsabilidad individual es la única forma de llegar a ser socialmente responsable. Hay que empezar siendo uno mismo el responsable de sus propios problemas; tan solo así podrá uno, más adelante, ser solidario con los demás, puesto que, como dice el texto, "para poder dar, primero hay que tener". Este relato demuestra que cada cual ha de ser dueño de su destino, y que ello no sólo es posible, sino que es una aventura apasionante.
|