Este libro se nos presenta, ante todo, como un trabajo serio, directo, actual, en el que, desde la perspectiva de sus propias vivencias, los autores nos ofrecen un amplio conjunto de reflexiones estructuradas, en torno a la figura del directivo responsable de personas y a las prácticas empresariales dominantes, para, en base a ellas, reclamar y construir un nuevo perfil de dirección. Han bautizado su propuesta como El Director de Autores y nos lo presentan como una forma nueva de entender y ejercer la dirección de personas y como un giro, atrevido pero necesario, en la actuación formal y en sus actitudes, no sólo del propio directivo en relación con su gente, sino también de toda la superestructura de la organización, en cuya estrategia y valores sustentan la filosofía y estímulo para que fructifique este estilo de dirección. Desde las primeras páginas se aprecia la fe y convicción, que se respira a lo largo de toda la obra, en el talento y compromiso de las personas. No se obvia la complejidad de las relaciones humanas y lo difícil que puede resultar la gestión del conflicto interpersonal; pero se asume el postulado positivo de que las personas, a nada que perciban la sinceridad de un clima de trabajo estimulante y la seguridad de un apoyo explícito, comprometen todo su talento y dedicación a la tarea que se les encomiende. Pero, sobre todas las demás cosas, la capacidad creadora y la fuerza movilizadora que tiene el reconocimiento público de su obra, para el autor son los ejes sobre los que se construye este directivo que, tanto en el plano individual como en el institucional, ha de ser la clave del éxito de las empresas que apuestan por el crecimiento basado en la renovación e innovación permanente. Y todo ello, como nos dicen en la introducción, 'desde la libertad e independencia que nos otorga una visión cercana al campo de acción, pero no inmersa ni en la tarea ni en el vértigo de la gestión del negocio ni en el compromiso de un salario. Sin ataduras. Sin afanes comerciales...' Desde la otra orilla.