Información adicional
Todas las instituciones y todas las personas tienen limitaciones. Nada escapa a esta realidad. Sin embargo, unas carencias se perciben más que otras porque hay elementos que actúan como pantallas que deslumbran y distorsionan la visión. Las adulaciones, que ocultan los defectos, o los halagos, que sacan brillo al ego, no son más que abalorios y lentejuelas que intentan tapar las taras de un traje mediocre, el cual, tarde o temprano, siempre sale a la luz. Las organizaciones, al igual que las personas, pueden padecer enfermedades que trastornen el funcionamiento de su maquinaria interna. La detección de las causas que las provocan y el estudio de los síntomas que se manifiestan conforman una labor fundamental para establecer el diagnóstico y aplicar el tratamiento adecuado. Osteoporosis, anemia, esquizofrenia, alzhéimer o estrés son algunos de los males físicos, psicológicos o psiquiátricos que pueden extenderse por la organización y afectar a órganos vitales, pudiendo llegar a producir un colapso. Si no quieres que tu organización muera por descuido, abre este vademécum empresarial. Puede que aún estés a tiempo.
|