No cabe duda de que la reforma de la financiación local es una de las cuestiones pendientes para culminar nuestro sistema territorial descentralizado. En estos momentos, esta necesidad se hace aún más evidente, ya que las dificultades endémicas de la financiación de Ayuntamiento y Diputaciones se ponen especialmente de manifiesto en épocas de crisis económica. Paralelamente, el diseño correcto de su sistema de financiación demanda estudios rigurosos que sean capaces de aportar soluciones y de ofrecer una visión completa de las Haciendas Locales.

La presente obra, consciente de esta realidad, constituye una aportación a este debate, desde una perspectiva eminentemente jurídica. Debe resaltarse, en primer lugar, que no se trata de un libro que, como sule ser frecuente, reduzca su ámbito al análisis de los tributos locales. Muy al contrario, estamos ante un estudio con vocación ominicomprensiva del sistema financiero local, empleando, para ello, la clásica distinción entre el Derecho financiero y tributario entre las actividades de ingreso y gasto público. Como pórtico a todo ello, se analiza el poder financiero local, en especial si configuración constitucional, así como el distinto papel que el Estado y las Comunidades Autónomas están llamados a cumplir en su diseño. Del mismo modo, se estudian cada uno de los recursos que componen las Haciendas Locales, poniendo de manifiesto las deficiencias de la regulación de cada uno de ellos y formulando propuestas de cara a su futura reforma. En el ámbito del Derecho tributario no sólo se presta atención a las diferentes figuras que lo componen, sino que se ofrece un completo estudio de los procedimientos de aplicación de los tributos, adaptado a las singularidades de estas entidades. Lo mismo se hace con el gasto público y la institución presupuestaria, con una referencia, no menos importante, al marco de estabilidad presupuestaria y a los nuevos sistemas de financiación de las infraestructuras públicas.

Por último y como un valor añadido de la obra, se estudia la sujección de los Entes locales a los tributos estatales, lo que, en muchas ocasiones, genera no pocos problemas, incertidumbres y, lo que es peor, costes a sus Haciendas