La Ley de Enjuiciamiento Civil 1/2000, de 7 de enero, ha modificado sustancialmente el sistema de recursos extraordinarios, diferenciando casación e infracción procesal, según la naturaleza sustantiva o procesal de la norma que se invoque como vulnerada; el recurso de casación tiene por fin principal la creación de doctrina jurisprudencial, a cuyo propósito se ha configurado por el legislador un complejo régimen de recurribilidad, siendo el "interés casacional" un presupuesto para el acceso a la casación, que opera como filtro a la vez que de medio para el logro de aquella finalidad. La complejidad de los nuevos recursos exigió a la Sala Primera, Civil, del Tribunal Supremo la adopción de unos criterios en orden a la aplicación de la Ley de Enjuiciamiento 1/2000, que ya se han plasmado en varios centenares de resoluciones, en las que se ha dejado sentada una doctrina que en este libro se recoge de modo sistemático, pormenorizando las numerosas cuestiones que se han planteado en relación con los recursos de ca