El libro, englobado dentro de la materia procesal, está dedicado a estudiar un aspecto puntual de los litigios civiles: la suspensión del procedimiento por surgir un hecho que puede tener la apariencia de un delito o falta perseguibles por un Tribunal penal.


Tales supuestos son relativamente frecuentes en la práctica. Baste como ejemplo pensar en los numerosos pleitos civiles entablados para reclamar una indemnización por daños y perjuicios originados como consecuencia de un accidente de tráfico. Si los hechos enjuiciados tuviesen el carácter de delito, el juez civil ante el que se planteó la petición de una indemnización económica deberá suspender el proceso mientras el caso no esté resuelto en la jurisdicción penal.


La puesta en vigor de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil acrecienta asimismo el interés de la obra. Siendo como es una reforma legislativa de hondo calado, el profesional jurídico precisa de elementos que le ayuden a entender las nuevas instituciones procesales creadas, para así hacer una correcta aplicación de la norma y no verse abocado a la pérdida del pleito por un error en su planteamiento