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Desde la aprobación del Código Penal de 1995 se echa en falta una correlativa reforma procesal penal integral que ofrezca una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, acorde con el vigente Derecho Penal sustantivo, así como ajustada a la Constitución. Mientras tanto, corresponde al intérprete la no siempre fácil tarea de realizar tal ajuste, en el cual destaca la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, interpretando nuestra decomonónica Ley Procesal Penal, a la luz de la Constitución, así como la Jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, incorporada a nuestro sistema jurídico a través de las resoluciones de nuestros tribunales, que la suelen tomar, como referencia, en sus resoluciones concernientes a los derechos fundamentales. De modo que, como ha afirmado recientemente un prestigioso procesalista, la actual Ley de Enjuiciamiento Criminal es "un cuerpo jurídico en descomposición"; siendo destacable, por tanto, la necesidad de una urgente reforma integral del proceso penal. Es pues, un momento particularmente idóneo para ofrecer, como esta obra hace, una visión actual, práctica y lo más completa posible de la realidad del proceso penal, con especial consideración de aquellas instituciones que se han visto más afectadas por la Constitución y por el reciente Código Penal, que son expuestas desde la enriquecedora perspectiva de su consideración por la Jurisprudencia a que se ha hecho mención; análisis de la situación actual del proceso penal, que nos sirve, sin duda, para reflexionar sobre la proclamada necesaria reforma global del mismo
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