La situación económica presente en los inicios del siglo XXI han provocado importantes alteraciones en los mercados así como una situación de incertidumbre que ha afectado gravemente a la sociedad a nivel mundial. Estamos por tanto ante una crisis global cuyos efectos así como las soluciones alcanzadas difieren dependiendo de los factores presentes en los distintos Estados. Sin embargo es en la economía solidaria donde encontramos puntos comunes que han servido para reducir las bolsas de pobreza y exclusión social que deben ser analizados como herramientas complementarias y alternativas en una nueva economía humanizada y responsable.