El presente estudio, a partir de un extenso análisis comparado, defiende que la práctica del velo integral no debe constituir un verdadero desafío a los valores y principios de las sociedades democráticas. Pero sí invita a los Estados, y especialmente a España, a que reafirmen la adhesión a la expresión de las convicciones ideológicas o religiosas en materia de indumentaria, lo que no obstaculiza la conveniente difusión de la igualdad y libertad a través de la mediación, la pedagogía y la dedicación, ante la necesidad de garantizar el respeto a las creencias y la conciliación de las diferencias y los derechos individuales en el espacio público, como ámbito privilegiado de actuación del fenómeno religioso.