Fenómeno genuinamente humano y semilla de los más variados proyectos políticos, el arte de la oratoria persuasiva es aquel que se destina a provocar cambios en las ideas ajenas, y a convencer a los semejantes para que adopten determinados comportamientos y no otros. Legitimar y justificar, movilizar y enardecer, atacar y denostar… son sólo algunas de las metas perseguidas por el discurso desde el origen de las sociedades históricas. Herramienta para la creación de realidad y también reflejo de la misma, el lenguaje político intervienen en la marcha de acontecimientos, condicionando, vivificando o destruyendo. Tal es la materia prima del presente estudio, que se destina a desentrañar la naturaleza de los discursos sostenidos en tiempos recientes por dos sólidos movimientos políticos y sociales: los nacionalismos vasco y catalán. Concibiendo el “discurso” en su doble aceptación (fondo y forma, pensamiento y palabra), nos preguntamos qué pretenden, qué rechazan y a qué aspiran esos movimientos nacionalistas en sus variadas ramas y derivaciones. Al mismo tiempo, nos interrogamos por los modos, las estrategias y las tácticas retóricas que esos nacionalismos emplean para defender sus posiciones. Y en fin, indagamos las diversas circunstancias –eventuales desplazamientos ideológicos, cambiantes coyunturas políticas, variables marcos físicos –que han ido determinando la fluctuante evolución de discursos.