Diversas son las cuestiones de interés que suscita la regulación del contrato de agencia contenida en la Ley 12/1992, de 27 de mayo, por la que se incorpora al Derecho español la Directiva 86/653/CEE, de 18 de diciembre de 1986. De entre ellas destacan, sin lugar a dudas, la extinción del contrato y las consecuencias patrimoniales que de la misma pueden derivarse para el agente, materia que se revela sumamente litigiosa en la práctica. La presente monografía tiene por objeto analizar en profundidad el origen, naturaleza y presupuestos de la principal de las compensaciones a que tiene derecho el agente: la indemnización por clientela recogida en el artículo 28 de la Ley.

Junto a este núcleo básico, se abordan en la obra otras cuestiones de no menos interés. De una parte, se presta atención a la decisión del legislador de introducir en el Derecho positivo la indemnización por «inversiones» o «gastos de confianza», que es lo que en realidad se esconde tras la rúbrica del artículo 29 («indemnización de daños y perjuicios»). De otra, se analiza un aspecto que se antoja de extraordinaria relevancia práctica, como es la viabilidad de la aplicación analógica del estatuto tutelar previsto para el agente (en especial, la compensación por clientela) también a otras figuras próximas, como puede ser el concesionario.

Esta segunda edición aspira, a reflejar la aplicación que de la Ley 12/1992 —sobre todo en cuanto se refiere a la compensación por clientela— comienzan a hacer los tribunales españoles.