Este libro recoge dos estudios histórico-jurídicos que reflexionan sobre la doctrina jurídica europea de la Edad Moderna. En el primero, se analiza la forma de las disposiciones jurídicas (acto, costumbre y uso, juicio y sentencia, ius commune, ley y estatuto, privilegio) a partir de los lugares paralelos localizados en los brocardos o máximas jurídicas que forman parte de la construcción de los esmerados índices de las obras (comentarios, tratados, resoluciones, consejos, etc.) de la literatura jurídica del siglo XVI, así como de las frecuentes antinomias que brindan variaciones y alternativas continuas en el desarrollo de la argumentación jurídica. En el segundo, con una amplia lectura de la literatura jurídica europea entre los siglos XVI y XVIII, se examina la teoría del acto jurídico desde su dimensión temporal, en el ámbito del Derecho criminal, con la finalidad de la comprensión de los efectos de la frecuencia de los actos, de la formación de la costumbre de delinquir, de la reiteración del acto delictivo, sus formas y el contraste de la continuidad delictiva.