Colección: Monografías

En la presente monografía se aborda el papel que se ha de reconocer a la conciencia en cuanto fundamento del ordenamiento jurídico en los Estados de derecho. La sociedad actual, plural y globalizada, tiende, a su vez, a la generación de ordenamientos, cada vez más centrados en la norma que en la persona hasta el extremo de dar lugar a totalitarismos de rostro democrático. El absolutismo idealizado de la preeminencia de la ley, fruto de una determinada ideología fundada estrictamente en mayorías parlamentarias, corre el riesgo de anular la superioridad de la persona frente a la prevalencia de aparatos políticos travestidos de Estados, Naciones o Instituciones supranacionales o globalizadas. Por el contrario, este libro constituye una llamada de urgencia a retomar, dentro de los apremios y problemática del mundo actual, los principios que asumen a la persona, sobre todo en aquello que la constituye y conforma más profunda y delicadamente, como centro, origen y finalidad del ordenamiento jurídico en los regímenes auténticamente democráticos y en el Estado de derecho. Libertad, dignidad de la persona y derechos humanos, íntimamente relacionados con la conciencia y sus derechos, son focos que determinan en estas páginas la búsqueda y delimitación de los ejes sobre los que se ha de fundamentar todo ordenamiento que pretenda responder a las exigencias de la persona en cuanto ser humano y ciudadano.