Este trabajo se integra en el proyecto más amplio de analizar —desde una posición metodológica largamente mantenida— los efectos del Estado Social en la producción y reproducción del Derecho. Frente a sectores doctrinales que desconocen la problemática (jurídica) que genera el Estado Social a partir de su consideración exclusiva como una cláusula constitucional inoperativamente articulada y, por tanto, escasamente significativa, se acepta aquí que el Estado Social es probablemente uno de los acontecimientos más destacados y determinantes de la historia del Derecho y específicamente del Derecho Constitucional contemporáneos. Junto a otros efectos —como el proceso de juridización y normativización social o del cambio en las funciones y hasta en la estructura interna del Derecho— interesan aquí los que ha producido en la estructura y dinámica del ordenamiento jurídico a través de su influencia en el sistema de fuentes y, en concreto, en la configuración de la ley. Porque la ley, junto a su lugar privilegiado en el sistema de fuentes, tiene la particularidad de permitir contribuir a la articulación del nuevo sujeto social, lo que, cuando se trata de hacer una dogmática socialmente no neutral, se convierte en un objetivo prioritario.