Colección: Estudios

La presente obra aborda los principales rasgos y problemáticas de los denominados contratos de acceso a los recursos genéticos, conocimientos tradicionales asociados y reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de su utilización. Estos contratos parten de la regulación prevista en el Convenio sobre la Diversidad Biológica que, posteriormente, se desarrolla en el Protocolo de Nagoya y que se acoge en el ámbito de la Unión Europea y del ordenamiento jurídico español. Este sistema se estructura a través del denominado consentimiento fundamentado previo otorgado por el proveedor de los recursos y de las condiciones mutuamente acordadas, entendidas como un marco contractual en el que los proveedores y usuarios deberán contemplar los acuerdos sobre acceso, utilización y reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de su utilización, entre otros aspectos.

No obstante, este sistema ha suscitado diversos debates entre las partes de este tipo de acuerdos, al tiempo que ha sido objeto de crítica por diversos factores que inciden en su efectividad en relación con los objetivos que deben alcanzar, entre los que cabe destacar la parquedad de la regulación sobre los aspectos contractuales, máxime en comparación con otros cauces contractuales reconocidos en el ámbito internacional, como se aprecia con respecto al acuerdo normalizado de transferencia de material por el que se articula el sistema multilateral previsto en el Tratado Internacional de la FAO sobre recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. Esta carencia revela la oportunidad de intentar aproximar de manera sistemática los principales aspectos contractuales de los acuerdos de acceso a recursos genéticos y reparto de beneficios. A través de la presente obra se aproximan diversos aspectos contractuales considerados por la normativa internacional y por la doctrina llamados a integrar las condiciones mutuamente acordadas. Finalmente, se incide en los recientes debates suscitados sobre la aplicabilidad del sistema instaurado en el Protocolo de Nagoya a la denominada “Digital Sequence Information” que no requieren el acceso físico al recurso genético y los posibles cauces de articulación contractual que permitan el acceso a los mismos.