La trágica actualidad se empeña en recabar la atención sobre este problema no superado, que lastra los postulados teóricos de la igualdad jurídica, sucediéndose con crueldad violencias físicas y psíquicas, especialmente sobre menores, cónyuges o personas unidas al agresor por análoga relación de afectividad o dependencia económica o moral. Esta sujección de facto, la debilidad de la víctima, su afán de que la agresión permanezca intramuros del hogar, la provocada falta de autoestima y su injustificado sentimiento de culpabilidad, entre otros, son factores que el agresor utiliza y manipula en su favor, y que aprovecha para procurar la impunidad de su rechazable conducta. Y si a todo ello adicionamos factores como el amor, el alcoholismo, las creencias culturales, religiosas y educacionales, el desempleo, la propia vida, etc., nos daremos cuenta que la violencia ejercida en el hogar es un fenómeno fragmentario, que puede obedecer a numerosas causas, pero que tiene un componente personal plural que dificulta determinar en cada caso concreto, la existencia de dicha violencia. La presente obra supone una clarificadora visión del problema desde el punto de vista jurídico y sociológico de indudable interés para el conjunto de la sociedad.